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La Salsa Rosa en el periodismo deportivo sevillano

Es nuestra obligación como periodistas y tratadores de la información hacer que cualquier hecho noticioso llegue a la sociedad lo más veraz posible, manteniendo criterios de objetividad idóneos basados en fuentes reales y comprobando cada dato que se publica. Incluso dejar de publicar si no se tiene comprobada la noticia. Cualquier hilo suelto, por muy pequeño que sea, puede ser importante. Todo esto es en la teoría, porque en la práctica, de esto, nada queda.

Estamos viendo un periodismo deportivo obligado a rellenar muchos espacios, demasiados minutos y líneas en medios que devoran información sin importarle la calidad de la misma. Programas diarios  tan largos en minutos que es imposible cubrir con las noticias o hechos noticiosos que puedan producirse en una jornada en cuestiones deportivas.

Bueno, deportivas, mejor sería decir futbolísticas, porque es el fútbol quien domina la información deportiva, al menos en esta ciudad, donde no se tienen en cuenta otros deportes considerados minoritarios y que solo son noticia por la mera anécdota.

Para rellenar y cumplir con estos horarios y páginas, el medio obliga a que se tire de opinión, o de acciones de poco valor informativo.

Actualmente, el periodista deportivo cuenta con medios precarios y sueldos a la baja, en el caso de que cobren, estirándose aquellos medios que no pagan a profesionales o dándole las migajas calculadas de un coeficiente entre las visitas que consigue y la publicidad que otorgan empresas como Google.

Por ello, existen numerosas páginas donde el periodista o aquella persona que quiera serlo o tenga la simple ilusión de comunicar, publique sin tener en cuenta la calidad del contenido, ganando al final de mes 4 míseros euros, sí es que los gana.

Si a esto le unimos las pocas posibilidades que existen de sacar noticias exclusivas relevantes, la opinión es el recurso que prima. Es, en este terreno, donde el periodista pierde todo valor de oficio y credibilidad. La opinión de un locutor o redactor está al mismo nivel que la de un ciudadano corriente, que va al trabajo de lunes a viernes y los fines de semana ve a su equipo en su Estadio. Opiniones de barra de bar, que siempre se han llamado, creadas por otro lado para levantar polémica o para atacar a aquellos que no aceptan las condiciones de los medios, ya sean chivatazos, premios, palcos, entrevistas, etc.

Debates, columnas editoriales, entrevistas entre mismos periodistas… Ha llegado a tal nivel esto de la baja calidad de nuestra profesión que la búsqueda de teledirigir las respuestas de aquellos profesionales en las ruedas de prensa llega, bajo mi punto de vista, a ser un insulto a la inteligencia. Incluso se han llegado a mezclar este periodismo con el humor. Son los propios periodistas los encargados de imitar, algo increíble.

Como ejemplo, para no irnos más lejos, nos encontramos con la última rueda de prensa dada por Quique Setién, tras el empate logrado ante el Athletic de Bilbao, y donde se comprobó en directo como a casi ninguno de los periodistas privilegiados que se dan cita en la sala de prensa de nuestro club en cada partido que juega el Betis de local, le interesaba conocer los argumentos futbolísticos que pudiera plantear el técnico cántabro, aun siendo el encuentro una auténtica partida de ajedrez.

Más bien buscaban el morbo. Querían poner en palabras de Setién una frase que, seguramente, sería el titular para un artículo, crónica o especie de escrito que ya tuvieran preparado.

La insistencia de periodistas curtidos comunicadores intervinientes en posteriores tertulias, expertos en crear opiniones tremendistas más que en informar, es una prueba. Cada pregunta que se realizaba en esta misma rueda de prensa a Setién, iba acompañada con una entradilla con planteamientos subjetivos. Se creó un ambiente enrarecido, dado por el protagonismo de estos señores que, partiendo de terrenos falaces, solo interrogaban al técnico del Real Betis con la idea de coger un “Setién ha dicho que…”. Teledirigir la respuesta, repito.

Una táctica sucia y pendenciera de un sector de la prensa, que no respeta al oficio y solo quieren carnaza que le den razones para debatir en aburridas tertulias semanales monotemáticas.

Aún así, no hay maldad en las preguntas de esta parte de la prensa sevillana deportiva que necesita del morbo para subsistir. No ha maldad, si comparamos con la intención de otros…

Otro sector de la prensa, cuya malicia e interés de derrumbamiento al Real Betis es constante. Es esa la intención de radios como Radio Sevilla, con sus séquito de palmeros de opinión única que dejan muy a desear la calidad de una cadena, La Ser, que a nivel nacional es líder indiscutible de audiencia. Aquí en Sevilla poco importa, eso de la calidad y respeto a los oyentes. Aquí en Sevilla, esta radio atiza constantemente a todo lo que se mueva y que lleve un escudo con trece barras, mientras que para la otra acera, solo se pide paciencia y dejar trabajar. Dos criterios que enfada, y mucho, a cualquier persona de que no entienda de intereses ni de batallitas de poder, a cualquier aficionado que solo recurra a una radio para informarse. Ya los de Radio Marca ni nombrarlos, porque no se quieren ni ellos mismos. Han perdido toda coherencia en sus reflexiones.

Y lugo tenemos al PesadillaTeam, formado por los maduritos de Muchodeporte, el medio vetado, que en cada artículo escrito por cualquier de sus secuaces conlleva odio, rencor, su poquito de mentira y su mucho de maldad. Aunque estos, cada vez más, están calados por todos y sobre todo por la afición bética.

Señores lectores de Verdeando, solo me queda decirles, como diría Sergio Salvador en el final de cada nivelito, sean consecuentes con lo que escuchan y con lo que leen, consuman medios de comunicación deportivos, pero tengan su propia opinión y criterio, y no se dejen manipular por esto 4 gatos que llevan maltratando no al Betis, sino a una profesión desde hace muchos años. Sean críticos, mantengan argumentos reales que los hay, y no tomen como verdades estas opiniones dadas desde los más bajos barrios de la comunicación.

1 Comment
  1. Gabriel González Delgao

    Cada vez que abro “Verdeando” y veo algún artículo nuevo me lleno de alegría. Cuando lo leo, me lleno de satisfacción, y ello por su calidad, por su objetividad y por su respeto. Y por supuesto por poner en su sitio a tantos y tantos periodistas (?) que por unos u otros motivos, hacen de su profesión una auténtica cruzada en contra de nuestro equipo, lo que es lo mismo que decir, en contra de nuestros sentimientos. Para terminar os diré una vez más, y van … muchas; muchas, muchísimas gracias. Seguid así. Os necesitamos. Por muchas cosas, y fundamentalmente, por dignidad

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